Tamaño: 181 х 244 cm Año: 1999 Estilo: Acrilico y diversas materias sobre madera y fotocopias de la Torre de Babel de Brueghel
En el corazón de cada cuadro de Ángel Orcajo yace un profundo concepto filosófico. En el lienzo "Los ojos cerrados", el artista recurre a una de las metáforas más poderosas de la historia humana: la Torre de Babel, como símbolo del orgullo y egocentrismo humanos.
Según la historia bíblica, la Torre de Babel fue construida con la intención de alcanzar el cielo, reflejando el deseo ilimitado de los humanos por la soberbia. Su intento de desafiar a Dios terminó en fracaso: la torre quedó sin terminar y las personas fueron dispersadas por todo el mundo, perdiendo la capacidad de entenderse debido a la diversidad de idiomas. Orcajo a menudo representa este evento en su obra, advirtiendo y recordando que cuando el espíritu humano se concentra exclusivamente en sí mismo, está condenado al fracaso.
La figura central de la mujer en el cuadro simboliza la ceguera, no solo física, sino también espiritual. El artista aborda el tema de la limitación de nuestra percepción, recordando que nuestro ego a menudo evalúa el mundo que nos rodea. Imponemos nuestra propia experiencia en todos los eventos, lo que a menudo nos impide aprender, crecer y ver la belleza de este mundo.
El cuadro invita a reflexionar sobre la idea de que a veces es necesario cerrar los ojos para dirigir la mirada hacia nuestro interior, dejando atrás el mundo físico y sus distracciones. Es a través de la mirada interna que adquirimos la capacidad de ver la esencia de nuestro ser y la verdad.