Jonathan Vandromme, nacido en 1983 en las afueras del Norte Francia, mostró interés por el arte desde temprana edad. y aprendió a dibujar por sí mismo. Su viaje creativo del graffiti a los frescos tradicionales, le llevó a la pintura al óleo pintura sobre lienzo, donde encontró su verdadera expresión. En sus obras, Vandromme refleja una experiencia personal y una profunda intuición, transmitiendo el estado de ánimo y la voluntad interior. Explora la esencia del hombre, su búsqueda de identidad, filosofía y espiritualidad, así como temas de carácter sagrado. Evitando contextos sociales e históricos, el artista Destaca la incertidumbre del mundo y la experiencia humana. Tratando de superar la naturaleza fugaz de la vida, busca consuelo en su trabajo, tratando de darle a una persona un pedazo de eternidad. Como él dice: "Hay que ser mortal para disfrutar de la eternidad."