Con una formación en arquitectura, Natalia encontró su verdadera vocación en el arte, donde su talento y pasión encontraron su expresión. El reconocimiento internacional llegó a ella después de exposiciones en Corea del Sur y Japón, y los años siguientes se caracterizaron por la expansión de sus horizontes con exposiciones en Nueva York y Los Ángeles.

Natalia es una de las siete artistas seleccionadas a quienes la capital mundial del arte, Nueva York, abrió sus puertas, reconociendo su contribución única al desarrollo de la cultura y el arte.

Actualmente, Natalia Belaya se ha establecido en Marbella, España, donde el arte y la vida se funden en una idílica armonía con el paisaje mediterráneo. No es solo una artista, es una ciudadana del mundo que sueña con embellecerlo aún más.

En su obra, Natalia explora los límites de las restricciones de la vida y su influencia en nuestra percepción del mundo. Inspira a cada uno a buscar la libertad interior y subraya la importancia de la autoliberación.

Las creaciones de Natalia son símbolos del camino hacia la liberación, una invitación a reflexionar sobre los significados y valores que llevamos a lo largo de nuestra vida. Su arte no es solo una experiencia visual, sino también una oportunidad para el catarsis emocional, liberándonos de las cadenas de los estereotipos y encontrando nuestra propia trayectoria única.