LA VIDA Y EL ARTE

Mi obra es un paisaje emocional abstracto. Es el recorrido íntimo de mi experiencia vital. Y funciona como la orquesta y los solistas en un concierto, creando un diálogo plástico entre las distintas partes de la obra. El fondo, el escenario, los grafismos, las formas, las texturas, las pequeñas manchas de colores que revolotean por el espacio, son el desarrollo y complemento de la historia, son el paisaje emocional abstracto, creando un todo inseparable, similar a una sinfonía, al jazz o al flamenco. Son temas e historias que tienen mucho que ver con el ser humano, con nuestras emociones y sentimientos, con nuestros dramas y con nuestros sueños, con la naturaleza y con la relación del ser humano con la naturaleza, con las energías sutiles y, por supuesto, con la cultura de la cual formamos parte.

Y hay que verla más con los ojos del alma y del corazón, que con ojos analíticos.