Nacido en el barrio malagueño de La Trinidad, de padre portuario y condenado a muerte por los vencedores de la Guerra Civil española, Juan Béjar heredó de su madre los ojos dibujados de inocencia con los que aún mira el resplandor de la realidad. De su padre recordará siempre el rostro imposible del hombre que lucha y se arriesga por ser libre.

Hay artistas que se inspiran en los grandes maestros del arte y reproducen sus influencias. Otros, sin embargo, trasladan a sus creaciones el impacto que representa la experiencia. Juan Béjar está más cerca de los que dejan ver su yo, desnudándolo, que de aquellos que beben de las fuentes de los venerados y se proclaman sus legatarios. Es por lo que traemos aquí algunos de los hitos que marcan el territorio de su infancia y de su memoria.